Cuando tienes tu negocio online a pleno rendimiento, es importante saber dónde el site está perdiendo dinero y qué puntos del mismo podrías optimizar para aumentar su retorno.
En esta fase, se suelen poner en marcha la realización de test A/B con la intención de optimizar determinada estrategia de email marketing, mejorar la efectividad de nuestras landing pages o, simplemente, optimizar nuestra web para mejorar su rentabilidad.
Hasta aquí todo parece bastante sencillo, pero el problema real radica en los resultados confusos y nada conclusivos que se suelen obtener cuando hacemos testing.
Según Optimizely, sólo el 19% de los test A/B generan un beneficio real o un aprendizaje palpable que hace mejorar los ingresos de las compañías. ¿No te parece poco?
Si los test no son previamente elaborados a través de una metodología que te ayude a apuntar en la buena dirección, será como matar moscas a cañonazos. Te volverás loco haciendo pruebas y nunca obtendrás porcentajes lo suficientemente clarificadores como para decantarte por una opción ganadora.
Para poner una solución a este problema, en Improving Metrics utilizamos una metodología ampliamente probada por expertos del sector que nos proporciona tasas de éxito muy elevadas. Una metodología enfocada a mejorar, no sólo la conversión, sino también el ingreso final generado por los usuarios.
El proceso parte siempre del análisis de situación actual del negocio en cuestión, junto a la definición de los objetivos y la formulación de diferentes hipótesis que irán evolucionando hasta alcanzar unas conclusiones.
Te resumimos el proceso de Conversion Rate Optimization en 7 pasos:
En este primer paso, debes realizar un análisis de la web en sí desde tu experiencia como mero usuario.
Navega por el site e identifica en qué puntos cumple o no con las expectativas del usuario, la claridad de la misma en sus mensajes, si le aporta o no valor, los puntos de dudas o incertidumbre y las distracciones que pueda provocarte la página.
Clasifica los elementos según el interés generado, la distracción o la fricción que pueden hacer que un usuario abandone un site.
Te sorprenderá la cantidad de “cosas rotas” que encontrarás simplemente navegando por una web sin necesidad de mirar ningún dato más.
Aquí medirás los puntos más técnicos de tu site.
Analizarás factores como la velocidad de carga de la página o la adaptabilidad a los diferentes dispositivos y navegadores. De esta forma, descubrirás posibles diferencias entre ellos y esto te permitirá incrementar los ingresos a través cambios rápidos.
Llegados a este punto, y una vez más, Google Analytics (o la herramienta que tengas implementada) será tu detective ideal, pues te ofrecerá las claves más ocultas del site.
Necesitas conocer qué está ocurriendo en tu web y como están impactando en ella las diferentes acciones de marketing. Qué datos se están almacenando, si son correctos o no, y si te puede interesar extraer unos diferentes o mejorar la recogida de los actuales.
Conocer el flujo de navegación del usuario y los puntos más calientes dentro del site te ayudará a mejorar la rentabilidad del negocio online.
Cuántos clicks se hacen en las diferentes zonas de la página, cuánto scroll hace el usuario, realizar un seguimiento de sesiones para comprobar cómo interactúa el usuario con la web o ver cómo están funcionando tus formularios, son algunos de los puntos a estudiar.
A día de hoy, existe una gran variedad de herramientas en las que te puedes apoyar como Inspectlet, Hotjar or Clicktale.
Cuan injusta es la mala fama de las encuestas. Claro que son un poco molestas, pero, aunque no lo parezca, se rellenan más frecuentemente de lo que pensamos y ofrecen mucha más información de la que podríamos imaginar.
Implementar encuestas no es tan sólo preguntar a los usuarios cosas que “queremos saber”. Es necesario lanzarlas en lugares y con objetivos concretos, o de otra manera, te será imposible obtener conclusiones.
Podremos implantar encuestas de salida, que impactan en el usuario cuando este se dispone a abandonar el site; o encuestas de página, donde se les solicita que rellenen un formulario sencillo relacionado con una página específica.
Existen muchas herramientas. Qualaroo y Hotjar son algunas de las más utilizadas.
Corroborar tu experiencia de usuario creando grupo de personas que puedan testear tu web navegando por la misma y ofreciéndote sus apreciaciones es el último paso antes de realizar los test.
Solo tendrás que pautar con ellos las acciones concretas que llevarán a cabo en el site y observar su flujo de navegación para identificar una vez más sus puntos de fricción, confusión, distracción, etc., pero desde múltiples puntos de vista.
Una vez terminados los seis pasos previos, estarás en disposición de trazar un orden para el que será tu plan de actuación para elaborar los test A/B.
A estas alturas habrás identificado todos y cada uno de tus problemas, ahora solo debes organizar las acciones que llevarás a cabo y establecer una lista de prioridades.
La forma de priorizar estos test es necesario realizarla en base a tres parámetros:
1. Velocidad y coste de implantación: No es lo mismo cambiar un texto que hacer un diseño completo de una landing page.
2. Impacto en el negocio: Es necesario entender internamente quienes son los responsables de cada entorno que se quiera testear. Es difícil hacer tests en home pages si son muchos los “interesados” en mantener su hueco.
3. Posible beneficio: Para esto es necesario analizar en qué punto del funnel de conversión se encuentra el test, ya que el impacto puede variar dependiendo de lo cerca que esté el usuario de la compra final.
De esta manera aseguramos no sólo un mayor número de test exitosos, sino también un mayor impacto en el negocio final gracias a la realización de un plan de optimización hecho con una metodología ampliamente probada.
Si quieres saber más no dudes en contactar con nosotros.
¿Quieres
saber más?
Apúntate a nuestra newsletter y recibe las últimas tendencias, noticias, plantillas y los mejores tips para aprovechar al máximo tus datos.